Cómo saber si algo cambió significativamente cuando aun está pasando?
Nada. Mucho. Poco. Algo. Tal. Vez. Como una canción de Gilberto Gil en la que confiesa que – de repente – descubrió que después del 3, venía todo lo demás. Sugiero fuertemente que escuchen lo que tiene a decir el Maestro antes de seguir.
Lo que casi sabemos es que, de repente, aun en medio de una incertidumbre cotidiana que se volvería lugar común, mucho cambió. Empezar a escribir algo a tres semanas de empezar otro año requiere más coraje que hasta ahora. Si vuelvo a imaginar donde estaba hace un año, me parece otra vida, otro planeta, otra memoria acumulada. Todo hacía creer que era un año más. Quizás su carácter bisiesto era lo distintivo. Noticias de China reportaban la emergencia de un nuevo virus, lo que no era precisamente una novedad, puesto que en nuestros tiempos veloces todo produce acostumbramiento.
En febrero 2020 todavía se viajaba «normalmente» y se hacían los planes de viaje habituales. Viajé a París (tres horas, desde Suiza) sin algo preciso, más a deambular que a otra cosa, forma de caminar los lugares que amamos, usar el tiempo para ver amigos de otros tiempos, amigos de todas las vidas. Hasta me di el gusto de comprar una tapa para micro-ondas que faltaba en casa.
Poco tiempo después, los eventos empezaron a reprogramarse como norma y aparecieron pocas pero múltiples alternativas a lo presencial, que se volvieron curiosas, simpáticas, inevitables. Luego pesadas. Luego molestas, casi insoportables. Aparecieron los zoompleaños y otros barbarismos, contabilizados en más de 1200 por la Real Academia. Así se rediseñaron las prácticas sociales durante el 2020 – año que consagró uno de los principios edupunk: «No hay antinomia real-virtual, todo es virtual.» Sino, pregúntenle a los chiquitos brasileños que se las ingenian para aggionarse a las prácticas que los hacen sentirse del siglo XXI!
Como sé que es difícil innovar sin caer en lo kitsch, les cuento que voy a hablar de varios numeros que se repitieron una y otra vez, los 5 y los 7. Aquí van los primeros cinco REGALOS DEL VIRUS 19, en el plano espiritual para empezar, y luego de otros cinco en otro plano, si es que existe más de uno.
1. Todo es ahora. No hay más pasado ni futuro. Descubrí que vivir cada momento como si fuera el único posible me lleva inexorablemente a lo sagrado de la vida acá. Hasta que se acabe. Acá.
2. Muchos recién empezaron a darse cuenta de lo que vale y lo que no. Para mí, eso se transformó en pregunta fundamental frente a cada ramita de mi persistente árbol de decisiones: ¿Qué es lo que vale para mí en este momento?
3. Si acepto la pregunta acerca del sentido de la vida y me pregunto simplemente qué vine a aprender aquí, ya sea en el espacio de amores de todo tipo, familia, riqueza, belleza, medallas de oro, ideas u objetos raros ¿Estoy en paz con mi aprendizaje hasta el momento? ¿O me falta explorar algunos territorios barridos debajo de la alfombra?
4. Si creo con alguna seriedad que soy una con el todo ¿Qué es entonces la plenitud, la felicidad o el simple buen vivir para mí? ¿ Estoy en paz con lo que he hecho para que tal plenitud exista hoy en mi vida? ¿Acepto esa especie de “ruido” de una plenitud que será siempre parcial? ¿Podría hacer algo distinto para acercarme a ese estado? (insertar pequeña IMAGEN YIN YANG) ¿Cómo sería vivir en él?
5. Aunque lo ignoremos, desde siempre y para siempre salvo excepciones, en cada época, que nuestro tiempo en la Tierra puede ser considerado como algo muy preciso, milimétrico: ¿lo pienso? ¿lo acepto ? ¿qué me faltaría cumplir si pudiera elegir el momento de partir? ¿qué querría hacer ahora? O, como Nazim Hikmet, acepto pacíficamente que «A la tumba solo llevaré la pesadumbre de mi canto inconcluso?» y sigo haciendo lo mejor que puedo?
Si quisiera hacer una síntesis de los cinco regalos desmenuzados, diría que aprendí a detectar las trampas que me alejan de la unicidad, que me tiran a los dualismos de cualquier tipo. Aún no sé si viajan en las palabras, en las emociones o en ambas, pero constato que al transitar la pandemia aprendí a sorprenderme más fácilmente in fraganti adulterium y volver más rápidamente al estado de ser una con el todo. Y hacer que todo sea más leve y llevadero. Como aquella chica que toma sol en California y no sabe que se va a volver famosa, aunque nunca tendrá su nombre conocido.
Para pasar al contrapunto de la esfera de las realizaciones que ya venían en marcha cuando el virus llegó, intentaré sintetizar otros cinco regalos más comprensibles, aunque quizás mucho menos poéticos para algunas.
1. Economía azul y sus sub-regalos: el mundo que viene https://www.gunterpauli.com/blog/el-mundo-que-viene-es-el-que-estamos-construyendo Gunter Pauli es un tremendo inspirador, pero su gran regalo fue el duo Lucio Brusch y Jérémy Lopinto.
2. A veces hay que barajar y dar de nuevo: NO NOS ESCUCHAMOS ENTRE PARES, o sea, he fracasado estrepitosamente con algunas personas que ya no me acompañaran: Ximena, Marisu, Pablo Gonzalez, Carlito, Adrian, Osvaldinho, Alejandro, Rafael, Mario, Alejandra y Eduardo. Saudades. Estaré cerca, seguiré el viaje todo lo que pueda.
3. Ferias virtuales donde nadie es profeta: 5+5+7+7. Aquel ser-planeta que requiere despojarse del ego en sus mínimas formas. Una y otra vez el regreso de Mahatma Gandhi: Sé el mundo en el que querés vivir. Elegir nuevos memes: MISION ALEGRIA: Contagiar en la búsqueda de nuevos horizontes sin perder la alegrÍa!
4. En Mayo 2020 empieza una serie Abya Yala: muyu, trueque con Sol, pétalo y luna, en la plataforma de moneda Par
Todo está aquí A CADA UNA DE ENCONTRAR SU PARTE EN EL JUEGO.
Otros regalos del ego Como conversar y amigarte con tu ego espiritual en 5 pasos (*)
«Vivimos en una época de comidas rápidas, en la cual sentimos que el tiempo nos corre siempre más que lo que nos gustaría… Sentimos que necesitamos respuestas rápidas para que los problemas no nos tapen. Que sea posible ser eficientes y profundos depende de cuánto trabajo quieras poner de tu parte. El ego espiritual es uno de los grandes obstáculos en nuestro desarrollo como seres humanos. Pero qué es realmente el «ego espiritual»? No es fácil responder esa pregunta porque los límites podrían variar según los contextos. Por ello, trataremos de acercarnos a una buena caracterización que nos permita avanzar en la búsqueda del equilibrio dentro de ese compañero que nos persigue – invariablemente – durante toda la vida. Pareciera ser un (oculto) sentimiento de superioridad que nos hace sentir en la luz, mientras el resto de la humanidad habita en las tinieblas. Podés creer que no tenés un ego espiritual, pero esto solo dura hasta el momento que pensás que estás absolutamente sola en este mundo lleno de violencia e ignorancia. No podés desistir de algunas de tus ideas más queridas, aun cuando a veces sospechás que estás equivocada. Y no podés evitar esa irritación que te ataca cuando ves a ciertas personas haciendo exactamente lo opuesto de lo que creés debería ser hecho. Pese a todas esas señales, no te das cuenta del papel que juega tu ego espiritual en tu vida: tiene efecto hipnótico. Raramente lo advertis y es exactamente por éso que te puede lastimar tan profundamente. Vale la pena mirar eso de cerca porque tu ego espiritual puede separarte del mundo más que conectarte. Puede mantenerte en una burbuja que limita tus aprendizajes y te impide crecer cuando no lográs enriquecer tu conocimiento escuchando y aprendiendo con quienes piensan distinto a vos. En última instancia, tu ego espiritual puede colocarte en una posición de criticar al resto de la humanidad por la crisis social global, por el hambre en el mundo o el desequilibrio ecológico, no dejando que veas que sos parte del problema Y de la solución y que solo depende de vos tomar el poder (tu poder) y dar lo mejor de vos para contribuir con el mundo en el cual vivís. Si te sentis entrampada en tu ego espiritual, es posible que te sirvan estos cinco pasos para avanzar y empezar a vivir desde tu corazón. Pero si no te sentís entrampada por tu ego espiritual, tenés dos veces más razón para probarlos. Porque probablemente ni lo estas viendo. Eso te coloca en una posición mucho más vulnerable y en la cual podrás ser mucho más fácilmente manipulada.
Paso 1: NO PRETENDAS NO TENER EGO.El ego es un componente esencial de la psiquis humana. Sin ego, te disolverías en una mente colectiva, sin ninguna identidad propia. No pretendas no tener ego. Y no te pelees con él, tampoco. Es una batalla perdida. La tan mentada «muerte del ego»» es uno de los errores más comunes del mundo espiritual. Olvidate de intentar «matar a tu ego». En vez de eso, acéptalo simplemente. Hacé las paces con tu ego y empezá a cultivar una relación sana con él. Tratar de ser buenísima, purísima, evolucionadísima es el primer paso para caer en la trampa… del ego espiritual. No intentes ir más allá de las cosas que te hacen humana. Esa idea puede parecer noble, pero no es más que arrogancia. Puede hacerte ciega a tu misma capacidad de autodestrucción y transformar a tu ego negado en una bestia para vos y para los demás. En vez de eso, aprendé a tener en tu ego a tu mejor amigo y aliado.
Paso 2: ACEPTÁ TU IMPERFECCIÓN. La espiritualidad es con frecuencia pintada como un camino hacia la virtud, la pureza y la perfección. Una versión de perfección inalcanzable nos es impuesta de distintas maneras y aprendimos a sentirnos culpables tan solo por ser humanas e imperfectas. Si la tomas muy en serio, podés obsesionarte con una busqueda de perfeccion que llega a ser una tortura absolutamente desempoderadora. Claro, podés tener valores muy claros y hacer lo posible para vivir de acuerdo a ellos. Pero no te olvides de tus limitaciones: sos humana y tenés oscilaciones. Nunca serás perfecta. Ni falta que lo hace. No te critiques por tu imperfección. No necesitás sentirte culpable ni enojada por ser como sos. Sé paciente. Aprendé a amarte y a respetarte. Una vez que tengas esa actitud hacia vos misma, será mucho más fácil respetar las imperfecciones de las demás. Y ya no te sentirás superior por tolerarlas, sino empezarás a desarrollar empatía por comprenderse en el mismo barco.
Paso 3: ELEGÍ CONSCIENTEMENTE CÓMO HONRAR Y ALIMENTAR TU EGO.Todas queremos sentirnos importantes y únicas. Nuestro ego juega un papel importante en nuestra evolución, empujándonos a alcanzar cosas grandes! ¿Cuántas cosas hiciste para mostrar tu valor? ¿Cuántas, para tener reconocimiento? ¿Cuántas limitaciones superaste gracias a tu ego? Aun así, tu relación con tu ego es frecuentemente negativa e inconsciente. ¿Qué tal elegir tus propios objetivos en vez de aquellos que satisfacen a nuestras familias, pareja, amigos o expectativas de la sociedad? ¿Qué tal dejar de compararnos con modelos impuestos desde afuera? ¡Nada mejor para hacer de nuestro ego un lugar de poder en vez de una prisión! Elegí una forma consciente de empoderar tu relación con tu ego! !Elegí tus objetivos de vida entre aquellos que te hacen sentir VIVA! Buscá aquellas actividades que te encienden tu llama interior! Tal vez eso desagrade a muchas personas. Preparáte para ello. No esperes el reconocimiento de afuera. Sé la persona cuya opinión importa. Hacéte tus propios reconocimientos. Valorá tus esfuerzos. Respetá tu trayectoria. Sentite orgullosa de vos. Esta es la forma de empoderar positivamente tu ego y no sentir necesidad de ser superior a nadie. Estarás mucho más abierta a diferentes perspectivas. Sentirás mucho más respeto por ellas porque te respetarás a ti misma.
Paso 4: DESAFÍA TUS IDEAS EN VEZ DE DEFENDERLAS.El conocimiento espiritual que hayas alcanzado puede ser liberador o una cárcel. Depende de tu relación con él. Si te sentís insegura y quebrada (como casi todos los seres humanos), podrás agarrarte inconscientemente a tu conocimiento espiritual para sentirte especial. Podés empezar a creer que estás en posesión de algún tipo de «verdad» que te deja en un nivel distinto. Eso mismo es lo que podría bloquear tu evolución ya que una «verdad universal única» es siempre una ilusión: no existe. Somos todas criaturas limitadas, que confiamos en nuestros sentidos, emociones y nuestra mente limitada para explorar un universo INFINITO que se despliega hacia donde no llegaremos jamás. Todo lo que podamos conocer será siempre una gota en el océano infinito. Es fácil caer en la tentación de conocer lo desconocido, sobre todo en tiempos de incertidumbre. Es fácil querer mantener nuestras (pocas) certezas a toda costa. Es fácil – además – tratar de querer imponer nuestras ideas a otras: así es como nos volvemos desagradables o impopulares. Para evitarlo, olvidate de probar que tenés razón! En vez de eso, mantené viva tu CURIOSIDAD! Buscá lo que aún no viste y está tan cerca tuyo! Mirá donde no miraste antes. Mantené tu mente abierta. DESAFIA TU CONOCIMIENTO en vez de defenderlo. Eso es ser parte del movimiento de la vida.
Paso 5: AFERRATE A TU CORAZON.El ego espiritual no es más que una construcción inconsciente que creamos para sentirnos seguras. Es el personaje que inventamos para escaparnos de nosotras. Pero ¿por qué lo hacemos? Porque le tenemos miedo a nuestras emociones. Porque le tenemos miedo a nuestra intensidad, a nuestro poder.Vivir puede lastimar. Nuestras emociones nos hacen vulnerables. Pero también ahí vive nuestro poder más profundo. Eso es lo que nos hace tan bellas y milagrosas. Aprendamos a atesorar nuestros sentimientos. No solo los de amor y felicidad, sino también los de bronca, tristeza y miedo. Todos nos hacen… humanas. Nuestros sentimientos son el regalo y el precio que pagamos por estar vivas. Vayamos en dirección a desplegar todo nuestro conocimiento y recursos interiores al servicio de nuestro corazón. Usémolos para perder nuestras defensas y sentir mucho más profundamente de lo que habremos hecho hasta hoy. Asegurémonos que nuestro camino espiritual nos acerque más y más a las personas que tenemos cerca.Conectémonos con las personas solo desde nuestro corazón. Conectemos la vida con la pasión. Nuestra pasión. Abracemos y atesoremos nuestra naturaleza emocional y celebremos nuestra humanidad.
(*) Este artículo de Rudá Iandê fue publicado (en inglés) en la revista digital Tribe. La idea de este resumen traducido es compartir una reflexión de uno de mis maestros espirituales, a quien consulté sobre nuestras «asperezas» , «diferencias» y el Ego. Ese maestro me trata como cree que me merezco: sin muchas vueltas y apuntando a tirarme ideas nuevas para sacarme del pantano. Espero nos sirva para celebrar con él el día de mañana como posibilidad de encuentro entre nosotras: 7 de marzo 2021, Heloisa

TESTIGO
“Cuantas veces quieras dar tu salto,
allí estaré para hacer de marco sostenido
y cuidar tu eventual caída.
Y estaré cuando cantes lo que quieras
para hacer del espacio una esfera expectante
que agradezca tu saludo.
Y cuando vuelvas a tu bosque
aquél desde la infancia tan tuyo y sólo tuyo
yo espiaré respetuoso y anhelante
para que nadie perturbe tu andar libre.
Y daré fe que fuiste, que exististe
entre innumerables seres y siglos.
Sólo tu salto y tu canción y tu bosque
conforman estos versos que dan cuenta de tu ser
y yo soy tu testigo.”
Muito obrigado. Axé https://www.youtube.com/watch?v=9MLVAJFksvY